miércoles, 29 de abril de 2009

banco de la plaza

Banco mágico...así te llamo yo.
Banco mágico, porque cada vez que me siento a descansar sobre tus rústicas tablas...
al cabo de pocos minutos, me encuentro nuevamente soñando.

Sueño por ejemplo que mi madre no se ha ido aún de este mundo; y que cuando llegue a casa hoy por la tarde...
estará ella cuidando a mis hijos y la encontraré jugando con el más pequeño, como solía hacerlo hace ya...dos años y un mes.

De verdad creo que debes ser mágico, porque no puedo concentrarme ni en la gente que pasa, ni en los árboles ni en las aves que vuelan...
sin que me ponga nuevamente a soñar.

Sueño por ejemplo que tengo un buen empleo y que no tengo las deudas que tengo; y que me aprobaron el crédito que solicité para pagar otras deudas.

Sueño que mis hijos van a la universidad y se titulan sin tener que vender la casa para pagarles los estudios.

Sueño que no perdí aquel empleo y que no cometí los errores que cometí...
Sueño que yo la amo y ella aún me ama.

Algunas veces sueño que aún soy un niño y me veo en la casa de mis padres con 30 años menos...

otras veces me veo anciano y con mis hijos grandes y hasta con nietos y...
ahí me pongo triste, porque pienso que estos que hoy son pequeños...
un día se irán; Primero serán novios, andarán enamorados y solo querran estar con sus parejas. En fin.

Sueño que no perdí la mitad de mis fondos en la AFP y que tendré una pensión digna cuando juvile.

Sueño que algún día lograré lo que hasta ahora no he logrado y sueño que me atrevo a hacer lo que hasta ahora no he podido.

Sueños que vienen a mí, aquí en este banco de plaza de fierro y madera, con garabatos y corazones dibujados.

miércoles, 23 de julio de 2008

El sueño imposible

Si hay alguna canción que me llega profundamente es esta. Y quiero compartirla con todo aquel que ande perdido y llegue por casualidad a este blog. Tal vez le pueda cambiar de actitud frente a la vida.

EL SUEÑO IMPOSIBLE

Con fe lo imposible soñar
al mal combatir sin temor
triunfar sobre el miedo invencible
de pie soportar el dolor

Amar la pureza sin par
buscar la verdad del error
vivir con los brazos abiertos
creer en un mundo mejor

Es mi ideal
la estrella alcanzar
no importa cuan lejos
se pueda encontrar
luchar por el bien
sin dudar ni temer
y dispuesto al infierno afrontar si lo ordena el deber

Y yo se
que si logro ser fiel
a mi sueño ideal

estará mi alma en paz al llegar
de mi vida el final

Y será este mundo mejor
si hubo quien despreciando el dolor
combatió hasta el último aliento
Con fé a la estrella alcanzar.

lunes, 19 de mayo de 2008

Que hermosa es la lluvia.

¡Que hermosa es la lluvia!, ¿no es verdad?.
Es una tarde de otoño y el clima está perfecto para una taza de sopa bien caliente. Así es que salí del local (aprovechando la hora de colación) y me dirigí al supermercado en busca de una sopita instantanea.

El viento golpeaba a ratos muy fuerte y una leve y grata llovizna mojaba mi rostro.
No quise regresar inmediatamente al local y emprendí el rumbo hacia la plaza que está a dos cuadras de mi trabajo.

Mientras caminaba, recordaba esas tardes de invierno, en las que parandome en la punta de los pies y aferrandome con fuerza al borde de la ventana de mi cuarto,para poder ver hacia fuera; veía como las gotas de lluvia caían al suelo formando posas y posteriormente cada gota formaba una burbujita, gota tras gota , y así pasaba largo rato contando las burbujitas que se iban formando y deshaciendo sin cesar, una y otra vez. Al tiempo que se empañaba el vidrio de la ventana con el calor de mi respiración.

Permanecía así por largo rato contemplando lo que para mí (en mi imaginación de niño de 6 años) eran como barquitos en el mar; Hasta que se me entumecian la punta de la nariz y los dedos de las manos. Claro que esto no era impedimento para mí, ya que si no hubiese sido por mi madre que me obligaba a retirar de la ventana(argumentando que me iba a resfriar y me tendrian que llevar al doctor...)me hubiese quedado en aquel lugar toda la tarde.

En algunas ocaciones mi hermano mayor, con una hoja de cuaderno, realizaba un pequeño barquito de papel. El cual a pesar de la lluvia salía a depositar sobre la posa más grande que se hubiera formado para que yo pudiese verlo desde la ventana. ¡Que nostalgia! recuerdo esos momentos como si fuese ayer. De pronto el viento soplaba con fuerza y el barquito se desplazaba de un extremo al otro en medio de ese inmenso mar, luego volvia hacia el centro y otras veces hacia los lados, sorteando las gigantescas olas que provocaban las gotas de lluvia al caer sobre el agua. ¡Ya hubiese querido tener la facultad para transportarme y colocarme sobre el barquito y navegar como capitan de aquel barco de papel!.

Otras veces era yo un gigante que podia aplastar lo que se interpusiera en mi camino. Esto quisás motivado por las historias de Gulliver que me contaba mi padre. En una oportunidad, aprovechando que alguien dejó entre abierta la puerta que daba al patio, me escapé a jugar mientras llovía, era una sensación de libertad indescriptible, sentir las gotas de lluvia caer sobre mí, aquel enorme mar donde navegaba mi barquito, ahora estaba literalmente a mis pies. Por primera vez sentí la libertad de correr por el patio bajo la lluvia, saltando las posas de agua una tras otra.

Ahh!...creo que luego de esto estuve como una semana en cama con gripe. Con una tos que no se la doy a nadie y con la boca con sabor a yerbas con eucalipto y limón. En fin, lo mejor de todo fué que no tuve que ir al colegio durante toda esa semana y no me perdía las aventuras de Ultramán en la TV.